ASÍ OS
DESCUBRÍ
Para Lucía y Joaquín :
Hace muchos años el destino quiso que os conociera, que llegase a mi casa
una cinta de cassette con un hombre de barba y una mujer con el pelo rizado en
la portada.
Yo no sabía quienes erais, fue mi hermana que me lleva 9 años la que la
compró.
Por aquel entonces compartíamos habitación y radio-cassette y es por ella
que yo empecé a escuchar vuestras voces, vuestro acento, vuestra dulzura al
cantar.
Todas esas historias a mi me quedaban grandes, pero supongo que me gustaron esas canciones tan distintas a las que pudiera haber oído antes.
Crecí compaginando mis estudios en el colegio, mis juegos de niñez, con la
música de varios cantantes y confieso que hubo uno que me enamoró desde el
primer segundo en el que apareció en la pantalla de mi televisor sin pedir
permiso: Luis Miguel.
Era tan guapo, con ese pelo largo, esos ojos, esa cara que me despertó,
ja,ja,ja. Ese traje de chaqueta y corbata… bueno, bueno.
Recuerdo como si fuera hoy mismo como me ponía delante del espejo a
imitarlo con algo que hiciese de micrófono y el pelo mojado como él.
…”Esos sábados eternos, con tu cara en mi cuaderno y yo ..uoouo…”
“Viendo llover por la ventana, otra mañana sin mañana y yo uoouo…”
A mis playback de Luis Miguel empezamos a añadir entre mi hermana y yo
imitaciones de vosotros.
Desde el principio yo me acostumbré a hacer las dos voces y era un poco
agotador hacer de Ella y de Él, me quedaba sin aire y sin tiempo para
responder.
Por eso fue más fácil a dúo.
Pasaron los años y a mi siempre me gustó la música de Latinoamérica,
gracias a Galavisión conocí a muchos otros cantantes que me terminarían
gustando y sus discos formando parte de mi colección, entre ellos Cristian
Castro, Alejandro Fernández, Chayanne, Ricky Martin… pero ninguno pudo
desplazar a Luis Miguel.
Y entre todos ellos estaba Pimpinela, que era lo más distinto que se puede
decir tenía entre mi colección de música.
Las canciones también hablaban de amor, de desilusiones, de fracasos sentimentales,
pero con las dos versiones, el hombre y la mujer.
Esta era la diferencia, mientras los escuchaba me imaginaba una puesta en
escena para representar todo eso y le daba un encanto especial.
Veros en la tele era increíble, era mucho más que escuchar música, era
teatro, era la fusión de las dos cosas y eso era único, algo que os
diferenciaba de toda la música que me podía gustar escuchar.
Me encantaba ese juego de música y teatro y por eso siempre seguí vuestra
trayectoria musical.
No necesitaba escuchar alguna canción antes, sabía que el disco si era de
Pimpinela me gustaría fijo.
Nunca me decepcionó ningún disco, tal vez en alguno esperaba más peleas,
pues estaba claro que me ponía de parte de Lucía, y que yo también te gritaba
toda la letra.
Pero supe descubrir el encanto de otro tipo de letras, sin peleas, sin
broncas, en plan amigos, hermanos. Con otros temas de trasfondo.
Poco a poco iban aumentando mis discos de Pimpinela, me identificaba cada
vez más con alguna parte de la letra, me emocionaba el mensaje de las canciones
y me sorprendían las voces.
Siempre me preguntaba ¿quién habrá podido escribir todo esto?, que letras
más buenas y más reales.
Al principio no sabía quién era el compositor, pero siempre lo admiré.
Después, con el tiempo, supe que era Joaquín Galán, la voz masculina del
dúo, quién escribía toda la letra y el cariño y la admiración aumentó.
Tenía un encanto especial el saber que eras tú el que escribía todo, que tú
mismo te buscabas las broncas en el escenario, ja,ja,ja…
Y después de escuchar muchas canciones me decía: No me creo que un hombre
sea capaz de escribir todo esto, de desnudar su alma, su corazón y expresar
tantos sentimientos sobre un papel, para después hacerlo en voz alta, hacerlo
canción.
Era increíble, pues parece que siempre es la mujer a la que se le da mejor
expresar los sentimientos, hacer una radiografía del corazón por escrito y el
hombre es el que nunca expresa nada, el que todo se lo calla, el que nunca se
sabe lo que está sintiendo.
Y apareces tú, capaz de no sólo escribir lo que siente el hombre, (aunque
sea ficticio), sino que además te atreves a escribir lo que piensa una mujer,
cómo siente una mujer, y me dejas sorprendidísima. ..y me digo, no puede ser,
¿cómo es capaz de meterse en la piel de una mujer?
Me quito el sombrero y digo “Chapó”, Genial, único e irrepetible.
…pero no te pienses.. que yo a Micky nunca le dejé de lado, aunque a él le
dieran las canciones escritas, Juan Carlos Calderón, Armando Manzanero…
Aprendí a querer la música mexicana, las rancheras, los boleros…
Creo que uno no sabe la importancia que tiene la música que escuchamos, lo
que nos puede marcar, nos puede incluso hacer ser de una forma o de otra.
Yo, por ejemplo, toda mi vida escuchando música de amor, baladas,
romántica… y en español.
Tal vez eso lo lamento pues tengo el oído cerrado para el inglés.
Tendríais que haber cantado en inglés, me hubiera ido mejor los listening
en el instituto y en la escuela de idiomas.
Porque de cantantes Españoles que me gusten están Alejandro Sanz, Sergio
Dalma , Bisbal y después me voy a la italiana por excelencia Laura Pausini. Con
ella se me abrió un poco el oído en inglés.
Ya ves, toda mi música tiene un mismo denominador común: el amor.
Creo que he tenido buen ojo y buen oído a la hora de elegir a mis cantantes
favoritos.
Pero vuelvo a Pimpinela, se puede decir que el día que os vi por primera
vez en directo, el 19 de Marzo del 2002 quedé encantada. Me fascinó la puesta
en escena, la interpretación y disfruté siendo partícipe de algunos momentos,
de algunas canciones cuándo Lucía dice ¿Me ayudan chicas?.
Os tomé muchísimo cariño, nunca soñé conocer a “aquel hombre de la barba y
aquella mujer del pelo rizado” que un día llegaron a mi casa en la portada de
un cassette.
Os empecé a ver de otra forma: Me dije Pimpinela son únicos, y supe
realmente por qué me gustaba vuestra música.
Pero hablando de la parte humana, ahí ya me quedé rendida a vuestros pies.
Me sorprendió muchísimo el conoceros, saludaros, hablar con vosotros, veros
tan cercanos y accesibles… (aún me pregunto cómo fue que te di 6 besos en poco
más de 5 minutos),ja,ja,ja…
Nunca le he dado tantos besos a un “desconocido”, pero yo ya conocía esa
mirada tan pura, esa sonrisa tan sincera y esa voz tan dulce. Y bastó tenerte
enfrente para actuar cómo lo hice.
Fue esa noche una de las más
especiales en mi vida porque conocí a unos ídolos y comprobé que también me
habían llegado como personas.
Sin estar actuando, sin representar ningún papel en el escenario.
Ni qué decir tiene que a partir de ese momento os miraba con otros ojos.
Esa noche o al día siguiente recuerdo que os escribí un correo a una
dirección de internet que encontré, contando todo lo que había significado para
mi ese concierto.
No recibí respuesta, pero me encantó pensar que llegaría a vosotros.
Jamás olvidaré la primera vez que os tuve enfrente.
Un beso para Lucía y para Joaquín.
Un beso para Lucía y para Joaquín.
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